miércoles, 7 de diciembre de 2011

Blanca Varela II - Pájaros en la Frente - Antología 2011



Pájaros Locos 2011- Marimé Arancet - Valentina Bonelli - Violeta Cangianelli – KarinaCartaginese– Ana Claudia Díaz – Carolina García – María Gutiérrez – AlinaMuszak - Juan Previgliano- María Laura Romano – Natalia Romero – MónicaRosenblum – Alicia Saliva- Romina Freschi
Crayones y Acuarelas: Luisa Pedreira Freschi
Tapa y Viñetas: Eduardo Zabala
pájarosló editora



Máscara de algún Dios

Frente a mí ese rostro lunar.
Nariz de plata, pájaros en la frente.
¿Pájaros en la frente?
Y luego hay rojo
y todo lo que la tierra olvida.
Humedad con poderes de fuego
floreciendo tras las negras pestañas.
Un rostro en la pared.
Detrás del muro, más allá de toda voluntad,
más lejos todavía que mirar y callar:
¿qué?
¿Siempre hay algo que romper, abolir o temer?
¿Y al otro lado? ¿Al revés?
Vuela la mano, nace la línea,
vibrante destino, negro destino.
Por un instante la melodía es clara,
parece eterna la tarde,
purísima la sombra del cielo.
Vuelvo otra vez. Pregunto.
Tal vez ese silencio dice algo,
es una inmensa letra que nos nombra y contiene
en su aire profundo.
Tal vez la muerte detrás de esa sonrisa
sea amor, un gigantesco amor
en cuyo centro ardemos.
Tal vez el otro lado existe
y es también la mirada
y todo esto es lo otro
y aquello esto
y somos una forma que cambia con la luz
hasta ser sólo luz, sólo sombra

Blanca Varela

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Alicia Saliva




Relevé

querer en puntas
de pié


este aleteo
ante la inminencia
este pálpito a destiempo
y el respiro a bocanadas

ante el  rumor del regreso
esta fuerza en los talones
leves                            de gacela
para subir cuestas al mediodía
para atar hermosas tipas de otoño
y girar galerías  

ante el asomo leve e incierto
se  me inclina el cuerpo
y un atropello de lanzas
suelta su disparo

no las detengas
te atravesarían los ojos

es una tropilla entre pajonales
cuando te intuyo  


(De Aleteos)

Víspera en las márgenes del río


Callan las cuerdas.
La música sabía lo que yo siento.
Jorge Luis Borges


el canto espera
se sabe poco lejos de las arpas
que cuelgan sus cuerdas
en ramas de árboles extraños

y la lengua de los sauces
de sus lágrimas
verdes y largas como caricias en el río
hoy dejan que el aire escuche
sólo el roce del viento en el agua

manos tejedoras
mezclaban la canción de sus hilos
-va bien ese rojo estridente sobre la piel apagada-
con tonos soleados
de las cuerdas de las arpas

ahora
en una vera donde la noche trae
oscuro silencio de luces

enmudecieron las agujas

no se oye ni un choque de metales
en el vasto número de los mundos
/que el canto esperan

(De Las veredas del agua)



Las costas


poniéndose detrás, a los pies de él,
comenzó a llorar…
Lc. 7, 36

¿Ves a esta mujer?

no sabe de largos mares ni desiertos
hundimientos, atracos, bonanzas
que trajeron perfumes y frascos de alabastro

ella sólo recibe la abundancia

sus cabellos descuidados
negros como el olor amargo de su vida
enmarañada entre mis pies

sus cabellos que no terminan
tanto deseo
apenas mojado
entre lágrimas y perfumes  

ese amor aroma
oferente
¿dónde tuvo crianza, quién pudo nutrirlo?
si lleva siempre la piel vieja y sucia como humareda
ajena el alma y el cuerpo al placer del agua

¿La ves?

cómo no verla
si se entrecierran las ventanas porque huele y grita cuando pasa
sólo el viento se le queda
enredándose un poco con el polvo, el frasco, los cabellos, las sandalias

ella no imagina
no sabe dónde algo le arde


para derramar su deseo fresco
de humedecer la carne y el aire amados

que oliera a nardo y el bálsamo le entrara en el alma 

¿Pero no ves a esta mujer?

no,
no viste nada de lo que ella viera

callada como las costas
trae perfumes, collares, cabellos

habla la lengua del infinito

una gota fragante mezclada en su cuello
atraviesa la mata de pelo con que frota el suelo
se escapa del charco de pies y de lágrimas
y no se evapora

ni siquiera entre estos versos
(De Las costas)

Alicia Saliva
Biografía
Qué difícil esto de decir quién es uno. Queda demasiado en los blancos. Sí, es verdad, soy Alicia, estudié Letras, vivo de ellas, doy clases y me maravillo cada vez que yo misma u otros des-cubrimos un fragmento, una mínima esquina, del inmenso mundo. Leo poesía desde siempre, quizá con demasiado vicio analítico hasta hace unos años, cuando supe que puede ser parecido a respirar o a una urgente contienda política. No da igual. Así, claro, en la vida. No da igual estar allí cuando algo sucede que haberse ido.
¿Por qué escribo?
Porque algo empuja, y da la casualidad de que me empuja a mí. No vale correrse y que esas manos presionen el aire. Están apoyadas en mis espaldas. Algo traen, algo quieren. Las dejo tamborilear en mis dedos. 
Porque sin la palabra poética el lenguaje sería como hablar bajo el agua. Le faltaría forma, sonido, precisión, se disolvería. Porque no alcanza con decir, o con decir no se alcanza aquel cruce de la voz y la vida donde resiste lo que no se puede enterrar.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Carolina García


Foto Francesca Woodman


                                                                                                  para mi padre
Algo hay que hacer
                                    con el vacío o con todo
siempre?
te voy       te fugo       te abismo
y quedo con mi mitad huérfana
mi media medida de lente lenta tu muerte
veinte vueltas ha dado el mundo y yo con él
veinte cíclopes miopes de tanto cielo
así recibo el blanco y blasfemo
ira que venga la alojo en jaulas
arrojo y me jacto de pájaro audaz
te destierro te decanto y canto
lo que despabila mi jardín
madeja el pacto como el hilito un guante herido
a medio hacer me dejás y repueblo 
saco del lodo la luna
la devuelvo entera yo creciente ya
en un cariz acuoso despliego el espacio abierto
los cálamos libres
para emplumarme y desenlutarme de una vez 

 
Pupila en Girona
  .
Montaña hermana a otra
montaña
como rompe sin embargo rampa
tu exilio esa media vuelta
tu jirón femenino
quiero dar un grito calmante como faro
a trece mil kilómetros de océano
que tu partida estalle en la ola
que te alcance
la marea
tiemble todo y despabile
los sueños truncos
detenidos
quiero el temporal  en la garganta dirigido
al suelo que lo incline que lo abra
para que lo doble se reúna
y palpiten dos
pupila a pupila retomar el juego
donde lo dejamos:
acá

Laguna en mí
.
Las notas que se agolpan en un pedacito del pentagrama y
luego el silencio de cien redondas o
exponer tu rostro a la luz en un bulbo interminable, dan
esta intuición de foto que se interrumpe
esta reserva de lengua que se aquieta
como el espacio que no medimos y sesga nuestro abrazo,
sí, después del adiós
este no color, este sin sonido,
esta partecita que queda e incita:
a población de rugidos
a recipiente y su poción para desamor
agua bendita
a obturador y su instantánea de despedida:
no,  no quiero santos, no espectros
no misas que mitiguen el intervalo
no altares a lo que ya fue.
.
Cobijo este vacío
matriz de poema
esta falta
provocadora de zancos.
Cultivo este hueco
juglar en mi huerta nocturna
este ombligo cóncavo
y su cordón
inherente a la luna.
.
Entonces la fugacidad muda a colmena
precipicio 
el cuco del blanco se saca el vestido
redimidas hojas en el estanque de los papiros sedientos
sedimentan y causan
nuevos cráteres.
 . 
Salto
         continuidad del blanco que no intimida
.
Velo en esta falla
que quiebra el curso de las nubes heredadas
esta hendidura
que precipita  las gotas de un océano inconcluso.                                                  
                                                                                                


.

.
Carolina García

¿Qué hago cuando escribo?
Me cubro de las cortezas, de lo que está a punto de perderse, de lo que resiste, siempre,. Persigo las fotos que no saqué, las intento. Escribo para los árboles, que nos exceden y están ahí agitándose, vivos, dando.
 



Nací el 1 de abril de 1975, soy mujer en permanente construcción, trabajadora, fotógrafa cuando alcanzo a capturar algo de luz.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Un secreto


cuando dormimos
sobrevuelan
quienes fuimos
con sus plumas de colores

y no es leve el aleteo
el entrechoque el incruste

su cópula áulica
nos abanica
y nos obliga
a apretar el abrazo
cara a la noche
que mira al oeste
para evitar
que amanezca

lunes, 23 de mayo de 2011

Díaz I

De triángulos está hecho el mundo. Coloridos. Convulsiono en la colectiva muestra que tiene como virtud, unir los lazos. El sendero. El inconsciente que amaina, lo irregular.


Como dos ruedas que trasmiten mientras giran. Un holograma. La cadencia. Eslabones enlazados entre sí que se funden y hacen una superficie de corcho para flotar. Manos agarradas en la danza. Para liberarse de los cables, de las ataduras. De una misma médula. Opresión que permanece sola, dentro de un pozo, una torre o un armazón.
Estábamos resguardados en la dársena del río. Desde ahí, surgir. Subir. Signo rodado. Pez luna. Círculo abanico. Cada vez, es nuestra vez. En lo próspero y en lo adverso siempre está el viento del sur que se hace estampar en alguna parte del cuerpo. La cordillera: el cisne blanco en su lomo. Libre. La voz es un molino de papel. Ando con ella y mi grito se llena de pliegues, de delgados hilos de lana que lo atraviesan, de cuerdas. Los demás, también están asidos de la mano, dando vueltas en la misma fiesta. Yo intento seguir mi curso, caminar los ríos, los planetas. O rodarlos. Avanzar hacia él. Caminito que calma mi ansia. Poblado de calas acuáticas, de arándanos, de frutos con hojas cilíndricas. Casi al final, una multitud de florcitas de color azul oscuro. Esto, no corresponde a la idea que me había formado de vos o que te habías hecho de mí. En el suelo se juntan nuestros pies y las huellas sucesivamente, como un vuelo de aves. O el nadar conjunto de las ballenas francas. ¿Cuántos eneros arrojados? Al enterarse que la claridad del día se gobierna en el andar. Ahora sé, que a él lo agobian las penas, los años pasados, las sábanas y la imagen líquida del diluvio. Mi silueta.
De tanto en tanto, la trama se va haciendo de lava. Yo quería asignarte solo la palabra pasamontañas. Hacerme cargo de eso.


Llegué, me rindo. Encorvo el cuerpo hacia la tierra para aliviar la noche del tiempo en
que aún falta el resplandor del horizonte, su armonía. Una tribuna de oradores del pueblo juzga mi cesar, remoto e impreciso.


Me mareo. De barro esta hecho el frío. El fin. Empecé a coleccionar diademas. A rodearlo todo con la sombra de la arista de mi vestido hecho de seda. Mis dilemas. La continuidad orgánica. Mi turno de llevar las plumas del pavo real. O convertirme en calabaza. O también, puedo dejarlo todo atrás y ser una pequeña niña hornera.





Ana Claudia Díaz (inédito)


jueves, 31 de marzo de 2011

había una bahía- Echavarren I


Ombligo


No un punto o un área de la tierra el ombligo del


....mundo


sino la tierra ombligo del universo,


habitáculo, cámara de oír ....


resuena de un lado al otro el rebotante,


si mónada por rebote un punto más chico


abandona para volver a rebotar


....percute


en el alto fenecer de su gemido, bramido


escozor de garganta al colocarse el pescuezo, constructo suspendido momentáneo


cual se recuerda un diseño para mejor


rebotar en el desquite


nada había ya de lo que hubo,


había una bahía


el cortar los retruécanos la garganta ese mantel,


....cuando lo


pica la ventisca, la nevasca, el aguanieve


el garrotillo, los balines de hielo,


nieve menuda, copos de gran tamaño,


dando puntos y a contrapunto


en el nodal elemento de torsión al punto


sorprendióse de que cada suceder de letras


formara palabras, y eso torcían,


el roble y la aflicción del fuego


en el confín de piedra, el punto de cada


....componente


en el lugar de cada uno,


como si los lugares tomaran consistencia al viajar


a constituirse sobrevuela la especie por el fuelle,


caminamos por el suelo de conchas rotas,


se incorpora el ruido del agua, la piedra, el anillo


retumba en cada frase


pero los saltos nos llevan a olvidar el sonido


para más adelante comprender y quedar


abierto el otro borde y da que parpadear,


ya en la pequeña estancia que


....se cuadre


bajo el cerquillo de esa ene


a poca distancia, todavía está aterrado

Roberto Echavarren - incluido en el libro Ruido de fondo
había una bahía - pájaros en la a de la bahía

martes, 29 de marzo de 2011

CICLO DE POESÍA + MUSICA - INAUGURACIÓN (156)



Oh aquellos banquetes avestrúsicos!!!

Poetas Invitados: Romina Freschi, Enrique Solinas y Germán Weissi.





Coordinado por Grupo Enjambre: Teresa Elizalde - María Gutiérrez - Juana Peralta - Juana Roggero - Mónica Rosenblum





más datos en:



www.noavestruz.com.ar





NoA Café-Restó



Humboldt 1855 - Palermo no Hollywood



Reservas al: (011) 4777 6956 ó hola@noavestruz.com.ar

jueves, 3 de marzo de 2011

Talleres 2011

ilustración Marina Petit de Meurville - pajarita coqueta





Taller de Poesía

Iniciación
Módulos teóricos y prácticos
+ clínica conjunta
+ lectura de textos de poesía latinoamericana y argentina


Inscripción Abierta:
para la inscripción se requiere presentación de textos propios y entrevista con la coordinadora

Coordinación Romina Freschi


Horarios (a confirmar)

Miércoles 15hs en Almagro
Miércoles 20hs en Palermo


Empieza 6 de abril

Arancel $180


informes e inscripción
mosquitodragon@tutopia.com
15 5046 5220

Foto Alejandra Correa

Romina Freschi es poeta y performer. Publicó, entre otros, los libros redondel, estremezcales, el-Pe-Yo y Solaris. Participó en el grupo Zapatos Rojos, el espacio Cabaret Voltaire, los encuentros Living de la Poesía y la editorial Arte Plegable. Entre otros reconocimientos, fue becada por la Fundación Antorchas en los años 2002 y 2004 y por el Fondo Metropolitano para las Artes en los años 2004 y 2006. Dirige la revista de crítica de poesía actual plebella y el blog www.pajaroslocos.blogspot.com + sus proyectos asociados: work in progress, encuentros y revista, y pájarosló editora. Coordina talleres literarios desde 1997.






martes, 22 de febrero de 2011

Verlaine I y Barthes II - El Matiz

Arte Poética

La música ante toda cosa,

Y para eso preferirás el Impar

más vago y más soluble en el aire

sin nada en él que pese o que pose.

.

Hace falta además que no vayas jamás

A elegir tus palabras sin algún error,

Nada más querido que la canción gris

donde lo Indeciso a lo Preciso se junta.

.

Es los bellos ojos detrás de los velos

Es la gran luz temblorosa del mediodía

Es para un cielo de otoño tibio

La caja azul de las claras estrellas!

.

Pues queremos el Matiz aún

No el color, nada más que el matiz!

Oh el matiz solo une

El sueño al sueño y la flauta a la trompeta!

.

Huya más lejos la Punta asesina,

El Espíritu cruel y la Risa impura,

Que hacen llorar los ojos del Azur,

Y todo ese ajo de baja cocina!

.

Toma la elocuencia y tuércele su cuello!

Harás bien, para energizarte,

en devolver un poco la Rima corregida,

si no se la vigila ahí, hasta dónde irá?

.

Oh quién dirá la sinrazón de la Rima?

Qué niño sordo o qué negro loco

Nos ha forjado esta joya de un centavo

Que suena hueca y falsa bajo la lima?

.

La música aun y siempre!

Que tu verso sea la cosa volada

Que se siente que huye de un alma ya ida

Hacia otros cielos a otros amores

.

Que tu verso sea la buenaventura

Dispersa en el viento crispado de la mañana

Que va aromando la menta y el tomillo...

Y todo el resto es literatura.

.

1884 Paul Verlaine (trad. romina freschi)

.

.

Roland Barthes - La preparación de la novela

Sesión del 27 de enero de 1979

3)EL MATIZ

La práctica (general: mental, escrita, vivida) de la individuación es el Matiz (etimología: nos interesa, pues implica una relación con el Tiempo que hace, coelum en latín › en francés antiguo nuer =comparar los colores matizados con los reflejos de las nubes). El Matiz: tomarlo fuertemente, generalmente, teóricamente, por una lengua autónoma; la prueba es que la civilización gregaria de hoy lo censura y lo reprime neuróticamente. Se puede decir que la civilización de los medios se define por el rechazo (agresivo) del matiz. Ya he hablado varias veces del matiz como práctica fundamental de comunicación, incluso arriesgué un nombre: diafarología*. […]

Como saben, hay una crisis del estilo: práctica y teórica (no hay teoría del estilo y a algunos les preocupa). Ahora bien, podría definirse el estilo como la práctica escrita del matiz (es por ello que el estilo está mal visto en la actualidad).

Un ejemplo, en el haiku:

Tan brutalmente cae

Sobre los claveles

La lluvia de verano

(Sampu, Munier)

Brutalmente: es el matiz decisivo; sin ese brutalmente, ni verano, ni ruido: la chatura, la indiferencia: adiaphoria (diaphorá = matiz).

El Matiz=un aprendizaje de lo sutil. […]

Poesía=práctica de la sutileza en un mundo bárbaro. De allí, la necesidad, hoy, de luchar por la Poesía: la Poesía debería formar parte de los “Derechos del Hombre”, no es “decadente”, sino subversiva, subversiva y vital.

Matiz= diferencia (diaphorá) […]

En efecto, desde el punto de vista endoxal, el matiz es aquello que salió mal (desde el punto de vista de la opinión de derecha grosera, llamada sentido común, ortodoxia). […]

De esta manera, el Matiz: lo que irradia, difunde, avanza (como las nubes de un cielo). Ahora bien, hay una relación entre la irradiación y el vacío: en el Matiz, hay como un tormento de vacío (es por ello que desagrada tanto a los espíritus “positivos”).

Taller Gratuito con inscripción previa- Hay tiempo hasta el 18 de Octubre de 2023

 Un espacio para empezar a mostrar y repensar el trabajo en función de una primera socialización cuidada, con personas que escriben con pasi...