
Me gustaría tener las palabras
dos o tres nomás pero que sirvan
para describir con exactitud algebraica
esta amansadora volátil
lúpulo abanico estrellar
continuo embarazo inmortal
Esto que se siente tan entorcado
y se bifurca en ramas troqueles cableríos alambres columnas
logarítmicas trifulcas actuales
cadáveres de pasados acumulados en las veredas y el público
hacerse ciego del sentido
sutil pozo
común precipicio de soledad ligero
Rechazo del tiempo en compañía, minutos que coagulan la vista, que se escupen las manos que se dan, que se besan los labios civiles, estériles, se hidratan la suerte al riego de una flor de pellejo que se corta y deviene pura estatua de sal
Me gustaría en serio poder cantar
a puro ardoroso pulmón maullar
bailotear al tacto instantáneo del oído serpentinesco y no
tener nada que ofrecer más que una piel
tonta rasgada con moretones del golpe que
una y otra y otra vez no se aprende
se cae y se topa, tronándose de asombro
rechinan los dientes contra el hallazgo
ante la madrugada cruel boquiabierta
que desvergonzada cuenta despierta
ese palpitante pulso
tibio sanguinario cordel
depredador
*
I
Timbre agudo de crujientes retumbos
Fricción sobrecargada de espeluznantes
Mimos ciegos y postizos abrazos
Nada impide la cercanía
Excepto éste, nuestro mismismo punto de Apoyo:
Entre calambre de pierna y cabeza vestal
Hay mares de óxido incrustados en blasfemas
Páginas arcanas compuestas por velludas caligrafías
Morenas y trágicas como heroínas
De las Santas Novelas
Se clavan por amor pinchazos como barbas
Y sorben de angustia sus flagelos
Des-pa-ci-to
Para prolongar sus dolencias detrás
Y delante…y de nuevo, y detrás… para demostrar
Que ellas pueden
Sí, pueden, morir de robusto escándalo
Propagando el arte del susurro de China en China
II
Erizo que
De tan lento te pusiste viejo
La noche digerís en días de días de días
El chute encarnado se ha quedado
Parado en tus venas negruzcas
Buscan romper, vía estría o fustazo,
Aquel revuelto grumoso
Machacado en mi pobre
Zaparrastrosa y vacía canasta
Erizo, no hay que temer
El río desborda aún en las sequías
Más tupidas de hastío
-dicen que florecen tras las rocas preñadas
Lagartijas salpicadas de arco iris bárbaros-
Entrega tus dardos sin súplica
No existe bálsamo
Amigo arrullado en llantos
Hazte pelando
Tu propia melodía
*
La revoltosa
Ella quiere meterse adentro de la noche
echarse a correr
Deslizarse en puntas de pie
Máquina desvelada con la bombacha al revés
Los pelos electrificados violeta monárquico
Contracorriente salpicada de estrellitas fogoardientes
Y ella que sólo quiere… ¡correr!
Arrastra cabeza
Melena raída al buen bonete
En mar transpirado
Brisa de caos juvenil
Bragueta que se desliza serpenteante y sigilosa
En garganta complaciente
Hunde en la arena
Pechos de miel pegajosos
Escapa rápida
Abanderada zarpada
Trotando
Sin peluca
te espera la luna de adiamantado látigo
Incrustación ósea
Despega fácil
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