Alabanza y
exaltación del Padre Mario
Oh Padre
Únzanos
con el sagrado ungüento de sus
dedos de estrella abriendo una divina
constelación de yemas en el
marrón amor azul dolor de los pidientes
de los que imploran su piedad
la maravilla balsámica del viento de
auras que proviene de la
pirueta de sus manos
Oh Padre
Tráiganos
la esperanza la fe las cosas
buenas simples como gasas criollas
tendidas en el alero de una
higuera y la ilusión de un día un lindo
día acceder a la elipse callada
de su sueño silenciosa callada como
un callo del alma de cuya
emanación surgiesen sílfides emancipadas
de las olas aéreas como aguas aéreas
voladoras que dicen que entre
las estrellas de más oscura
noche se alza la cifra de su mano.
Concédanos
Oh Padre
la habilidad de resistir al
denuesto a la insidia a la maldad a la espiral
del mal que nos enrosca el cuello
como un huevo de sierpe lezamera
que en vez de refulgir
amarronase bosteramente el cielo pequeño
donde luce la estrella que nos
da nos dé la estrella de la buena la
buena de la estrella el astro
sistro de bondad en su celeste infinitud
Oh Padre
Calme
nuestro dolor la befa y el
vejamen del dolor escarnecidamente
soportado a través del silencio
del abismo hasta que su gran mano
llegue y unza en una voluta los
gladiolos que enciende con el roce de
un helecho en la fontana de los
lagos.
Oh Padre
Cúrenos
la salud y las escoriaciones
del alma y los pozos del trauma y las
heridas que hilan en el fondo
de sí de cada cual las babas de la
sierpe y nos enredan la cabeza
enrulada hasta hacernos perder
toda razón y arrastrarnos
enloquecidamente con el absurdo sueño
de salir por abajo bajando
descendiendo sin ver que la iluminación
viene de arriba como un sol que
fijo sobre los ventanales de voile
atravesándolos de luz divina
luz de la que irradian sus ojos claros
ojos abriendo una vereda de
fulgor en la tiniebla floreciéndola
Y Oh Padre
Párenos
en nuestra prisa loca no nos
deje caer tan fácilmente llévenos
donde está y se refugia cuando
sale de sí cuando se nota su alma
deslizándose en vez de caminar
sobre un mantón de hojas acuáticas
mbucuruyás victorias regias
camalotes en el igarapé atascado de
flores que permite que flote el
vivo escorzo de su presencia astral
Mas Oh Padre
Soporte
nuestra insistencia nuestra
manera de decir que sí creemos y dejamos
de creer nuestras boludas dudas
nuestro error o cagada de dudar de
pedir sin fe o con fe sin cesar
o sin cesar en fe pedir cesar no fe mas
energía que llega sin cesar y
nos voltea oh padre la baranda de olor
de santidad de sus dedos en la
cutícula almenar
Oh Padre
Mándenos
su energía su luz su compañía
el escorzo de espíritu envíenos su luz
su compañía energía azul
libidinal reichiana energía amarilla cual
la del sol más luz no importa
si toda esa luz nos enceguece no si
acaso el fosfeno en esa hora de
la más plena luz luz llena obnubilase
cual sombra de la luna los
sentidos rosa energía del amor sentido
en los corazoncitos de crepé
los párvulos retozando en derredor del
gigantesco orfelinato alzándose
a la manera de una esfinge en los
chatos pantanos de Catán
Oh Padre
Envíenos
más energía mucha más toda la
energía cósmica de la tierra de eso
que sacude el cuerpo el cuerpo
sin órganos los órganos del cuerpo la
desorganización del alma de la
psique nos voltee nos haga dar toda
una vuelta por el aire como
cabriolas de carneros que desatados por
una fuerza divinal se burlan de
la llaneza de la tierra
Oh Padre
Háganos
llegar a sí llegar a usted
llegar adonde quiera que lleguemos mas
con la sensación de no llegar
cual si estuviéramos siempre de
vuelta dando círculos en la
ruleta de las voces circuyendo de nieve
acaramelada bolas de frenesí
fervor dándonos vuelta siempre de
vuelta a sí volver a usted
Oh Padre
Vuélvanos
vuélvanos buenos generosos
gentiles dispuestos a sacarnos la
camiseta de la mesa los platos
sobre los manteles las servilletas
desdobladas para limpiar la roña
de esta casa que todo como debe
luzca todo corusque en la
boreal cintilación de su mirada maravillosa
que hondamente horada el ala
volaz el ala suelta de los que le
pedimos que nos salve
Oh Padre
Sálvenos
de esta locura de este infierno
de no vivir más que necesitando pedir
y no tener a quién pedir no
saber qué pedir dónde pedir cómo pedir
pedir de pie en la pedigüeña
campana dada vuelta de esta mano la
nuestra que extendida hacia
usted besar desea arrugados lunares de
su mano
Padre
Acarícienos
reconstituyanos el aura
devuelva la perdida lisura o visco burilante al
pelo desengomine nuestras
caspas y a nuestras porquerías disuelva
disolviendo todo yo todo espejo
de un yo trizas de vidrio haciendo
cabrillear la cabra en el
berilo
Oh Padre
Amase
los agujeros del alma
describiendo suavísimas circunvalaciones en
ese breve espacio de la cutícula
rodeando tenuemente el vello el bozo
el belfo los pelillos que son
indicaciones o excusas para la iridiscencia
apenas breves cárceles de luz y
ese filtro de sol que penetrando por
las ventanolas del techo de la
iglesia transformada durante el día
en comedor de niños huérfanos
ahí donde ellos toman la sopa de
maizena tomamos nos la sopa que
nos sirve usted con su manera
increíble de restaurar el aura
rota rescatando su luminosidad de los
buracos de la muerte y de la
locura y del dolor y de los inexistentes
límites del sufrimiento curando
aplicando la fuerza inasible imposible
de las yemas que siquiera sin
rozar la superficie de la piel un milagro
producen ocasionan en otra
dimensión otro acontecimiento
Oh Padre
Llévenos
con usted al agradecimiento de
esa generosa fuente de soda o gas
esas esquirlas desencadenadas
de la iluminación en lo alto de la sien
nunca nos prive de esa luz
perdone nuestro apresuramiento por llegar
a esa luz disculpe disimule en
su bondad que nos aprovechemos de
esa luz haga que nos parezca
que esa luz es de nosotros cuando en
verdad es nomás su luz su
resplandor
Oh Padre
Anímenos
a ser felices a luchar a no
cejar en nuestra lucha a no luchar en
nuestra ceja para dejar de ver
la luz a no cerrar los ojos o a cerrarlos
y en esa noche oscura del
fosfeno ver surgir un delfín iridiscente un
arco iris de delfines un
delfinado aéreo o irisado un arqueado delfín
Oh Padre
Alúmbrenos
anémonas medusas en la
rutilancia de la corte de bermejo coral
profundidades trasmarinas
orillas de platino al rielar en las olas
onduladas la permanente de una
risa la alegría de una carcajada de
alegría y lágrima de risa y
risa lacrimal en la alegría y alegría en la
risa del llorar
Oh Padre
Espérenos
no vaya tan rápido que no
podamos alcanzarle no nos deslumbre
con una velocidad vertiginosa
que no podamos comprender qué lo
lleva lejos no nos asuste con
la amenaza de que un día no vuelva no
nos deje con el remordimiento
de su ida no nos deje de lado en su
ascensión no nos olvide en el
sobrevuelo de su ala volaz sobre los
cándidos cipreses del bañado
Padre
No nos olvide
u olvídenos mejor definitivamente
distribuya sin referirse a quien sin
importarse mucho por quién es
sin preguntar por qué lo buscan sin
buscarle la vuelta de la busca
derrame derritiendo sobre la trémula
templanza un torrente de
claridad mundial
Azul
Ella era azul
como el espesar de los
tamarindos en la película lacustre o amarilla
solar color de sol sol de
colores en encendidos iris de meninas
jugando en el recreo tal chicos
de Carrera en el prado de Pringles
O borravino
Oh Padre
como el ruedo de la sotana
desteñida a lejía tanta plenitud en la
limpieza en la
transfosforescencia de esa mezcla de borras capilares
en la sangre del pie
Oh Padre
O verde
en el apiñamiento de la flora
como manos de árboles que extendiesen
sobre los transeúntes de la
selva la magnitud del manto de falanges
electrizadas y radiosas
Oh Padre
Vea
los colores enséñenos a verlos
a no pasar por alto ni un color ni
la más microscópica vibración
del color ni el color de las cosas de
colores ni los collares de
color ni cosas de color o sacos de color
anaranjado
Azul marino
Padre
azul marino como el pantalón de
un fardado del Daime que hace
dudar si el negro astuta
absurdamente ha invadido las ropas de
fiesta de la noche pero disipa
en el torneo de la vela en repliegues de
brin ese temor
Oh Padre
Al fin protéjanos
de nosotros mismos de los otros
de los que pintan un falso color en
la estratósfera de los pálidos
blandos de los blancos sobre todo del
blanco de color ampárenos con
todo ese color forme una irisación
que nos envuelva como un chal
de lamé
Oh Padre
Ayúdenos
a correr a escapar a no
quedarnos donde estamos a siempre
transflorear cruzar la flor de
este jardín por instantáneos pasadizos
secretos conociendo que el
quedarse es morir que el no quedarse es
irse sin morir por las campiñas
donde juegan los enanos de Pringles
por las landas donde Isabel
pierde el sentido de su coche por
contemplar la fina reverberación
de una pizca de rosicler parando
brisas quietas como
la mano fabulosa de Isabel
surgir haciendo luminarias metalescentes
de magnolia en el circunscribir
de las emanaciones de sus ojos y
puntos que van extendiendo
milimétricamente el espléndido
imperio del color
Oh Padre
Píntenos
el alma de todos los colores háganos
multiformes como una paleta
de Quinquela no deje que nos
esclarezcamos o aclaremos denos la
más barroca confusión locura
casi al borde de la locura confusa
confusión de locuras en fusión
de la cura del cura en su sotana
colomí
De borravino
Padre
nuevamente de un malva fuerte
enérgico denos esa energía o
sambayón amarillento amar de un
mar de mármaras sobre las tejas
de la cabeza del que pide la
cura por favor el favor de la cura la cura
de favor la favorable cuidanza
del que cura
Oh Padre
Cúrenos
no se nos oculte de dónde está
de dónde reparte desde la escueta sillita
las curaciones de la mareación
el mareo sororal la solidaridad de
las auroras o aureolas
beneficientes de incalculable fuerza y calidad
no nos obligue a recorrer con
Beba en vano distancias siderales de
un suburbio anterior desconocido
estelas polvorientas que dejaba el
periplo de nuestro andar en pos
de usted entre los ómnibus
Oh Padre
Entre los ómnibus
entre los gigantescos
colectivos del suburbio profundo más allá de
las Lomas del Mirador donde ya
no se mira ni una loma se desloma
una mina trabajando en el
vidrio durante horas y horas para tener el
premio de buscar oh Padre su
fulgor
Padre
Su claridad
su más que iridiscente claridad
cómo decirlo diaspro en jade o el
carbunclo asomado en el
repliegue del satén laminado o esas telas
cardenalicias que
dificultosamente le vestirán oh Padre déjenos
imaginarnos su belleza y déjenos
mirar el musitar ya feble de sus
labios y deje no se ofenda
contemplar el detalle del movimiento de
sus yemas sobre las impresiones
de la pupila en llanta que llora
convulsivamente en el orlar
Y Resplandece
Oh Padre
resplandece de nuevo la
extraordinaria vuelta de la luz y su baño
sobre todas las cosas de
colores es un baño de luz la luz del baño
donde me refugié a llorar
desesperado de esperanza y emocionado
de ilusión y todo desilusionado
del dolor sin querer
Más dolor
Padre
ni más pena ni más rebajamiento
o cobardía o pecaminosidad o la
debilidad que no es un mérito
ni las maneras de dejar caer las altas
jarras de la fuente de luz
Blanca
Oh Padre
Blancaluz barriendo el recreo
de los pibes que difuman la mancha
en la verberación y se corren
los unos a los otros como pájaros cojos
haciendo traslucir ese gracioso
saltito de Mariel la gracia de Graciela
corriendo por el cielo de un
monte de marsopas la sorpresa de
Mario despeinando los flecos de
la seda la trépida pollera de Sarita
pasando por detrás de la
cascada la sonrisa yacaresca de Schu en
la portañuela ventanil los
ampulosos gestos de Natalia derribando
pardales en el aire las uñas de
Roberto palpando en los cristales del
milagro un rizo un leve risco
un cifrado rayón
Y los rayitos
Padre
de la luz: del sol: de
purpurinas en ovalados ópalos de lámpara
mampara inofensiva cual un
visor de miel en el enjambre de las
abejas en la luz
Padre
Denos la luz
es que va a dar la luz? o a
dejarnos a oscuras tropezando sin saber si
la luz es esa luz o aún hay
otra luz un luminar de pétalos un chorreo
de iluminaciones al trasluz de
las cuentas de luz en el traspapelar de
las antorchas que combusten la
luz en la jungla de lianas que no es
sino un efecto de la luz
Néstor Perlongher – En Chorreo
de las Iluminaciones (1992) – Extraído de Poemas Completos – Edición Crítica –
La Flauta Mágica 2012
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