Soltanza (47) de verano
Pateo el tablero pero las
piezas siguen estando.
Tumbadas aquí las miro.
Previo a pira, hago tres
lindos pendientes. Alfil
y Caballo guardan mis
orejas, oídos mas bien.
Y la Reina me protege
talismán encadenado
corazón:
con parsimonia
aparta el gélido hell
de los tristes resbalantes
de esta historia sin remedio,
sin consistencia
ni ropa.
Con el resto de la corte
blanca y negra
peones, reyes y torres
y la Otra
Majestad
animaré llamarada:
serán figuras fulgentes
en la fogata sonora
cuando den a luz la letra,
¡Evohé!
entre desaires macizos
sobre el cielo
iluminando
el arcano de La Estrella.
(47)
‘Soltanza’ es un término
caído en desuso por tabú, más bien transformado: al suavizar la dental
explosiva ‘t’ se convirtió en ‘soldanza’, rememorada en los siguientes versos:
“Suelta
la danza en solsticio/ invernal, bate las ramas./ Se abren los cielos del día/
con estrellas y con sol,/ que girando se disuelve/ como una más entre ellas.” Posteriormente, la ‘d’ se africó para la
aceptación popular, y así llegamos al vocablo ‘solchanza’. Sin embargo, se sabe
de su permanencia en ciertos ritos de paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario