Tengo tu pólar negro.
Me lo quedé
........................para que me abrace
cuando me hace falta.
Aviso,
............por si sentís
..................................algún día
...................................................a cualquier hora
que tenés
los brazos ocupados
...................................abrigados.
No te asustes.
No te apures a pedir turno
al flebólogo.
Es todo
..............nada más que
culpa
...........de tu pólar negro.
Me lo quedé
........................para que me abrace
cuando me hace falta.
Aviso,
............por si sentís
..................................algún día
...................................................a cualquier hora
que tenés
los brazos ocupados
...................................abrigados.
No te asustes.
No te apures a pedir turno
al flebólogo.
Es todo
..............nada más que
culpa
...........de tu pólar negro.
1 comentario:
Ajá, ahora entiendo el cosquilleo en los dedos y las uñas violáceas... ¡Devuélvemelo! Aunque si sirve para que sigas confesando a pleno pulmón, quédatelo.
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