Una prueba,
la de mirar el árbol y no querer
treparlo hasta la rama cimera
solo mirarlo a ultranza y frotarlo
con pupilas agachadas
hacia adentro abajo atrás, treparlo no,
para tocar cordial dermis, un poco,
que las pestañas no hieran:
porque no
escondido recurrente
corazón
2 comentarios:
hasta pulverizarse los ojos.
Ah, sí, tal vez. O quedar ambos intactos
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